«Busca la paz y corre tras ella» Sal 34, 15
El papa Francisco nos lo recuerda en su mensaje para la celebración de la 25a jornada mundial de la paz: «Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo». Este tema ilustra una vez más el tríptico: fraternidad, paz, esperanza.
La paz, un don de Diosa
En las Escrituras, la paz es el don de Dios para los hombres. Hoy también, ese regalo magnífico está en nuestras manos. No hay paz perfecta, pero todos tenemos la libertad de hacerla progresar
La paz interior
La cuestión del perdón solicitado, implorado, recibido de los demás y de Dios es central dentro del sacramento de la reconciliación. La paz ideal sería el fruto de la justicia y la caridad.
La paz para el prójimo y con la creación
La paz a todos los niveles pasa por el restablecimiento del diálogo. Para el papa Francisco, la paz no es suave, sino enérgica. Se encarna en nuestro mundo real abrupto donde progresan las desesperaciones, las desdichas. Seamos testigos de la esperanza y difundamos paz en el día a día de nuestras vidas. Les deseamos una feliz y santa peregrinación.
Capellán castrense Arnault Berrone, director de la PMI