Un matrimonio por amor
Bernardita Soubirous, como sus hermanos, nació gracias a una verdadera historia de amor. Su padre, Francisco, tendría que haberse casado con la mayor de las hijas de la familia Carterot: Bernarda. Pero se había enamorado de la más pequeña que tenía 17 años: Luisa. La suegra tuvo que ceder frente a la evidencia de esa felicidad naciente.
Un bautizo bien celebrado
Dos días después de su nacimiento, el 9 de enero de 1844, y como solía hacerse en Lourdes en el siglo XIX, los padres de Bernardita invitaron al bautizo a la familia, amigos y vecinos, ofreciendo un gran cesto de orejuelas, buñuelos tradicionales de la tierra.
Pueden imaginar ese ambiente festivo yendo a visitar uno de los nuevos belenes instalados en la basílica de Nuestra Señora del Rosario